Alinea la sonrisa de los más pequeños.

Ortodoncia infantil en Gijón

La ortodoncia infantil es la especialidad encargada de prevenir y corregir las alteraciones que afectan al desarrollo óseo, así como a la posición de los dientes durante la infancia, guiando el crecimiento facial.

Detectamos y frenamos a tiempo los problemas relacionados con el desarrollo óseo y bucodental. Descubre los beneficios de la ortodoncia temprana.

Mediante la colocación de aparatos fijos o removibles, dependiendo de cada caso, se consiguen resolver problemas como:

  • Deglución atípica.
  • Mordida cruzada.
  • Paladar estrecho.
  • Mordida abierta.
  • Apiñamientos dentarios.
  • Hábitos como la succión del pulgar.

En nuestra clínica dental en Gijón contamos con un equipo de especialistas en ortodoncia infantil que se encargará de corregir los problemas bucodentales de los más pequeños, garantizando un desarrollo saludable tanto de sus dientes como de sus huesos.

Cuando se detecta alguna anomalía en el alineamiento o la mordida de los dientes, el ortodoncista evaluará la viabilidad de iniciar un tratamiento de ortodoncia. En tal situación, se llevará a cabo un estudio exhaustivo que incluirá radiografías y fotografías intraorales y extraorales, permitiendo así desarrollar un plan de tratamiento personalizado para el niño.

Es posible iniciar el tratamiento de ortodoncia a partir de los seis años de edad. En este escenario, el enfoque adoptado recibe el nombre de ortodoncia interceptiva.

La edad recomendada de seis años no es arbitraria, sino que coincide con un período crucial en el desarrollo dental conocido como dentición mixta, que abarca desde los 6 hasta los 12 años. Durante esta etapa, los dientes de leche coexisten con los dientes permanentes, ya que los primeros son gradualmente sustituidos por los segundos. 

Es importante que tu hijo comience a visitar al odontopediatra en Gijón desde temprana edad para garantizar una buena salud bucodental.

 La primera visita al dentista infantil en Gijón debe ser alrededor de los tres años de edad, antes de que se produzca la erupción de los dientes de leche. Durante estas visitas, el odontopediatra se encargará de prevenir problemas como las caries, la succión o el uso prolongado del chupete.

Además, es fundamental que se realice un seguimiento de la dentición permanente para asegurar un buen tratamiento de ortodoncia en caso de ser necesario. 

Recuerda que una visita al dentista y al ortodoncista de forma regular es clave para mantener una buena salud bucodental y prevenir complicaciones en las encías o la dentadura. Confía en nuestros especialistas para un buen tratamiento ortodóncico, incluyendo opciones como Invisalign o el uso de retenedores para asegurar el éxito de tu tratamiento.

Para asegurar un resultado duradero que abarque salud, funcionalidad y estética, los tratamientos de ortodoncia infantil se dividen en dos fases distintas.

La primera fase se lleva a cabo generalmente entre los 6 y los 12 años, aunque este rango puede variar según el momento de crecimiento de cada niño y la naturaleza de su maloclusión. Durante este período, el objetivo principal es dirigir y corregir el desarrollo de los huesos maxilares, incluyendo el maxilar superior y la mandíbula, para asegurar su alineación adecuada. Para lograr este propósito, se recurre a una variedad de dispositivos ortodóncicos, como disyuntores palatinos o aparatos de avance mandibular que ayudan a guiar el crecimiento óseo de manera controlada.

La segunda fase, que suele tener lugar entre los 11 y los 13 años aproximadamente, marca el final del período de crecimiento activo. En este punto, los huesos maxilares ya han alcanzado su desarrollo completo, lo que permite centrarse en la alineación y posición de los dientes. Para esta etapa, se emplean  diversos tipos de tratamientos ortodóncicos, que pueden incluir brackets metálicos convencionales, o incluso alineadores transparentes dependiendo de las necesidades específicas del paciente y sus preferencias estéticas.

  • Previene el desarrollo de una posible maloclusión.
  • Resuelve problemas relacionados con el habla y la deglución.
  • Trata de forma temprana y frena una maloclusión en desarrollo.
  • Corrige problemas de mordida y alineación dental.
  • Evita tratamientos más complejos en edades avanzadas.
  • Mejora la estética de la sonrisa de los niños.
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